El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calificado hoy la decisión del Consejo de Ministros de aprobar el Plan Hidrológico del Tajo de “histórica”, pues son muchos años y muchas las oportunidades “que se han ido perdiendo o quedando en el camino”.
“El Tajo va a tener un caudal mínimo, y sonroja mucho simplemente que hayamos tenido que pelear tanto para algo que entiende cualquiera”, ha señalado el presidente.
“En la primera ocasión que fui presidente y en la segunda, juré lo mismo, defender los intereses de esta tierra” y defenderla “por encima de los intereses de cualquier partido político, incluso del que milito”, algo “muy difícil de mantener” en el día a día, ha reconocido.
“No han faltado políticos en Castilla-La Mancha que, en vez de defender a la tierra, la han vendido. No es que quiera ser duro, es que quiero ser honesto”, ha asegurado García-Page.
“Empieza un cambio de dinámica y un camino”, ha señalado el presidente regional, al tiempo que ha advertido que “aquí no acaba todo porque España entera está a expensas de la evolución ambiental que, lamentablemente, no va en la dirección de que cada vez nos sobre más el agua. Más bien al contrario”.
Para García-Page, hoy comienza “una nueva forma de entender la gestión del agua en España, más acompasada a una realidad de un agua cada vez más difícil de conseguir”.
"Que el Tribunal Supremo, de acuerdo con la legislación española, tras quince años de pelea, terminara obligando a fijar un mínimo en el río, no significa, bajo ningún concepto, que el mínimo se convierta en máximo”, ha advertido el presidente castellanomanchego.
García-Page ha garantizado que “vamos a tener siempre la voluntad inequívoca de pensar en el conjunto de España, además de hacerlo con la mirada puesta en los intereses que representamos, que son los de Castilla-La Mancha”. “Frente al ruido, hay espacio para llegar a consensos y acuerdos en el futuro sobre la gestión del agua en España”, ha subrayado.